Nadie más pudo verte,
temerosos fueron de tu magia
y cobardes,
tu belleza, en su miedo, se cautiva.
Yo caí preso en tu canto
Yo caí preso en tu canto
que cual sirena maldita
doblegó a mis oídos,
sin tocarlos.
Los cuervos lleven mi palabra
sin tocarlos.
Los cuervos lleven mi palabra
y sus alas de mis lágrimas sean;
te entregaré mi alma cada noche
si en mis remembranzas te vea.
Mis letras, tributo
Mis letras, tributo
sobre tus ojos de arena,
mi corazón habrá de ser negro:
así he de pagar mi condena.
Todos pudieron besar tu piedra
Todos pudieron besar tu piedra
solo yo, en tus labios, dejé mi presencia.
Besando la Blarney Stone |
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