Una marca en cada día
desde que yo fui encerrado,
todo desde aquel mes en que
las lágrimas me inundaron.
Te espero a ti en alta torre
a ser, por fin, rescatado.
Soy dolor y, sin quimera;
caballero desarmado.
Pasto de crueles dragones
que antes nunca hube enfrentado,
muchas batallas perdidas
mas de esperanza soy esclavo.
No hay prisa, no la concibo;
por ti, sé que seré hallado;
princesa de sueños rotos,
no te conozco, aun ya te amo.
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