Te odio
cuando me besas
porque en tus labios
percibo mi muerte.
Te odio
Te odio
cuando me abrazas
porque en tus brazos
no soy dueño de mi suerte.
Te odio
Te odio
cuando me miras
porque, aún queriéndolo,
lejana no podría verte.
Y te odio
lejana no podría verte.
Y te odio
cuando en tu risa
condenas a estar presa
a mi tristeza latiente.
1 comentario:
Difícil describir este poema, porque entre tanto odio, entre líneas yo leo otra cosa y no sé exactamente el que. De todas maneras me encanta. Podría decir que incluso es inquietante.
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