A Esther,
una gran artista.
Pequeña criatura fantástica
de pupilas, por magia, creadas.
Golondrina dulce de sueños
nacida en el seno de un hada.
Hermana en las letras,
duendecilla cantada,
princesa dramática
de una vida hechizada.
Náyade sincera
con ala quebrada.
Sirena terrestre
de escamas rosadas.
Inspiración de inspiraciones,
coqueta balada;
luchadora dichosa
en luz apagada.
Aunque, a veces, te asemejen triste,
nunca cesarán de ser hermosos
esos espejos de alma bohemia
que tienes, Esther, en tus ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario