13 de octubre de 2011

Lágrimas de Ninfa

Ojos negros:

Lágrimas brotaron amargas
de una ninfa sorprendida
adornando su piel perlada
y encogiendo mi corazón veleta.

Ojos dulces:

Lágrimas por mí no probadas
por ser su sonrisa ajena;
encontrada en su mirada infinita
quedó mi cobardía eterna.

Ojos bellos:

Reflejase como una niña
sin sentirse aún mujer;
mostrando  sutil inocencia
contrastada con su madurez.

Ojos tristes:

Fue un sufrimiento fugaz
aquel del que se vio invadida,
perdiendo su mirada perdida
de inconsciente ánima inmortal.

Ojos ciertos:

Fue tan fugaz su voz,
tan sencilla su cadencia,
que irá siempre ella conmigo...
más caí rendido naciendo.

1 comentario:

Pía Baroja dijo...

¡Muy bonito!
Podrías haber hecho más sutil el último verso de la tercera estrofa... Aún así queda bien.
Un besito!