Basado en una historia real que un día me contaron...http://araceli-sobrino.blogspot.com.es/2012/10/tu-puerto-y-mi-velero.html
Aun escucho el rumor de las olas
y se me simulan al llanto de mi memoria
si te recuerdo.
Unas velas... un barco...
Unas velas... un barco...
susurros de gaviotas en la lejanía
... y una puerta que se abre.
Mis trenzas revolotean al tiempo
que tu pupila incita a la mía
y solo se oye el silencio-
" ¿Qué desea? ", apuran demorados mis labios.
"A usted... a usted en mi velero...
huya conmigo."
"A usted... a usted en mi velero...
huya conmigo."
Te vi... vi como te desvanecías en el umbral...
como tu camino se alejaba del mío
y entonces corrí.
Dejé atrás los aplausos... dejé atrás los ánimos...
corrí y corrí a través de cuerdas, cajas... y tiempo...
Dejé atrás los aplausos... dejé atrás los ánimos...
corrí y corrí a través de cuerdas, cajas... y tiempo...
Pregunté.
"Ningún velero atracó ni partió".
... fue la respuesta.
Lágrimas... lágrimas y dolor...
"Ningún velero atracó ni partió".
... fue la respuesta.
Lágrimas... lágrimas y dolor...
La noche cae... y amanece el día...
Un borboteo fúnebre se levanta con el Sol,
un bajel entrando a puerto, en la mar, se hundió...
... y solo había un cuerpo.
El tuyo.
Un borboteo fúnebre se levanta con el Sol,
un bajel entrando a puerto, en la mar, se hundió...
... y solo había un cuerpo.
El tuyo.
¿Fuiste real? ¿Te imaginé?
Ya no importa...
Veo tus ojos cada noche
Veo tus ojos cada noche
y oigo tu voz pidiéndome furtiva...
y huyo...
¡Huyo de cada día
y huyo...
¡Huyo de cada día
para encontrarte en mis sueños!
Y así besarte las mil veces...
que nunca pude hacer en vida.
Y así besarte las mil veces...
que nunca pude hacer en vida.
1 comentario:
Gracias Dani, has tardado en hacerme la réplica pero la espera ha valido la pena. Estoy emocionada y, aunque no puedes verlo las lágrimas corren por mi cara. Qué hermoso poema, qué sensibilidad la tuya. En este momento me siento gratificada por ti que eres una POETA inmenso. Gracias por existir y gracias al destino que hizo que nos encontraramos aunque fuera virtualmente.
Araceli
Publicar un comentario