A mis sobrinas,
Tábata y Ada.
Tiernas gacelas de magia callada
añoran distinto sentido de vida,
batiendo flores y pinturas erguidas
a danzas libres de fruta tallada.
Trinos de bruja perdida...
¿Acaso son ninfas soñadas?
Ya fueran música pura.
Aman, sin vivir, sentimientos;
destino de cuerda y de viento:
¡Alabadas sean siempre en los cuentos!
1 comentario:
Seguro que a tus sobrinas les gusta tanto o más que a mí.
Muy bonitas las metaforas
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